domingo, 26 de abril de 2009

ME METI A PICADOR

Era la festividad de María Auxiliadora y en todos los colegios salesianos se celebraban festejos en su honor. Por aquellos entonces, yo estudiaba en Campano, "Colegio Agrícola Salesiano" como se hacía llamar. Era costumbre todos los años celebrar una corrida de toros, eran vaquillas que se iban soltando de una en una en una pequeña plaza hecha con palos dentro de la finca del colegio. Pues, allí me encontraba yo, intentando ser torero y con ese valor que se tiene a los dieciséis años. Mi compañero y amigo porque seguimos siendo hoy en día, que nos encontrábamos los dos en el mismo curso, se le ocurrió la brillante idea de que él haría las veces de caballo y yo de picador, cosa que a mi me agradó bastante, puesto que a mí ¿que podía pasarme?, si iba montado encima del caballo que era él. Así que no tardé en agenciarme un palo con el que haría de garrocha cuando se acercara la vaquilla.
Puesto manos a la obra me coloqué encima de los hombros de mi amigo Arriaza, con una mano le agarraba el flequillo y con la otra esgrimía el palo por encima de mi cabeza, a la par que los dos nos dirigíamos hacia la becerra. Ella que entre tanto jaleo y alboroto daba embestidas a diestro y siniestro sin percatarse de nuestra presencia.
Pero cuando se volvió para arremeter contra nosotros dos, a mí por lo menos, se me pusieron los pelos de punta y la carne de gallina, y no se si llegué a orinarme, porque mi fiel amigo no dudó en arrojarme al suelo, justo enfrente de aquella fiera, y a continuación quitarse de en medio. Yo, recuerdo haber visto dos cuernos muy grandes, y bien que los vi, me dio cornadas por todas partes, manotazos, patadas, y yo creo que hasta me dio con el rabo, porque hasta la cara me la llenó de mierda. Quedé lleno de moratones y con la camisa rota, y mi buen amigo , echándome el brazo por encima me decía: pero hombre, ¿tú crees que el caballo va a dejar que lo coja el toro?.

sábado, 25 de abril de 2009

LA VIDA POR CONFIAR EN TU AMISTAD

En mi parcela hay dos mirlas que son amigas mías.
Desde muy pequeñas aparecieron por aquí, unas veces por el jardín y otras por el césped, siempre buscando comida entre las hierbas. Una era muy negra y la otra un poco ceniza, las dos con su piquito amarillo.
Yo, que me he prometido a mi mismo de no hacer daño a ningún animal, paso por su lado una y otra vez, y cada vez me voy acercando más, y ellas se están confiando de tal manera que como mucho se apartan para no ser pisadas escondiéndose entre las plantas o debajo de la mesa.
¡Como me gustaría que se hiciera realidad mi sueño, que algún día los humanos viviéramos en armonía con los animales!, sin tener enemigos que nos huyan y nos guarden la distancia.
Yo he sido cazador, he matado muchos animales, conejos, perdices, zorzales. etc. pero hace quince años que vendí la escopeta y me retiré.
Ahora pienso de otra manera, pues no tiene sentido quitarle la vida a ningún animal, si no es por pura necesidad de hambre, y gracias a Dios, ése problema hoy en día lo tenemos resuelto.
Si el hombre no hiciera el daño que hace matando por placer, los animales serían nuestros amigos y los pájaros comerían de nuestras manos.
Y retomando el caso de las mirlas, el final no fue muy alentador, la blanquecina como yo le decía: murió en las fauces del perro de mi vecino, pues tanto se confió con su compañero, que cundo comía de su pienso, éste no dudó en quitarle la vida.
La otra desapareció sin más, pero al cabo de mucho tiempo, aproximadamente unos seis meses, aparece una mirla que permite que me acerque bastante a ella, por lo que la he reconocido y siento mucha alegría, ella parece alegrarse también, aunque en su mirada hay pena. Trae una pata rota que la tiene encogida sobre su pecho, con la otra posada sobre una rama de la higuera, me mira muy atenta y comienza entre los dos una comunicación sin palabras, solo mirándonos uno al otro.
"He confiado en los hombres y he intentado ser su amiga, pero un día uno, no de muy lejos de aquí, me esperaba escondido con una escopeta". "Yo confiada entré en su huerto para buscar alguna oruga que comerme, cuando me ha disparado un perdigonaso que si me coge me mata, por fortuna me ha dado en la pata dejándome coja. Ahora tengo que volver otra vez a tu jardín para alimentarme". ¡Como lo siento amiga mía! y me siento responsable de tu desgracia, porque si yo con mi actitud, no te hubiera enseñado a confiar en los hombres, tu guardarías las distancias con él, solo te puedo ofrecer mi confianza y la parcela donde puedes hacer vida, pero no te fíes de los demás que puedan entrar ocasionalmente.
Y los dos seguimos soñando que algún día en alguna ocasión podremos disfrutar de las maravillas de éste planeta, donde nos ha puesto el Creador para que vivamos en armonía.

viernes, 17 de abril de 2009

Alandalú

Y porque no ahora voy yo ablá y ac cribi e nandalú, po no lo jacen loc catalane, loc vacco y loc gallego.
Lo jandaluce cuando zalimos fuera de nuectra tierra, al converzá con la gente, le jacemo gracia y ce rien con nojotro, bueno po ahora tienen la ocación de reirce de nuevo otra ve, ya que ecto lo puede lee tor mundo que quiera.
En una ocación viajando por Barcelona, ar zali de un urinario público, una muje pronunció una coza acin: zaca la pichaya, yo que no entendía bien, me miraba la portañuela, no fuera ce coza que me la hubiera dejao abierta y me quedé con lac gana de zabe lo que decia. Pero al cabo dun tiempo, pregunté a andalucec que ectaban en Barcelona y algo de catalán ce lec había pegao, y me dijeron que ezo quería deci: vamo ja mea. Po mira que yo cazi cogi lo que decia, vamoc quec taba relacionao con lo micmo.
En otra ocación, entramo e nun ba chino, mi ceñora, mi cuña y yo, ellac pidieron doc tapa da ro y yo una de pulpo. Al poco tiempo dec tá centao, aparece la china de lo zojo rajao con doc plato, uno en ka mano y diciendo aló por to lac meza, cuando llega a mi altura, otra ve aló, y yo mu educao le contecto hola. Y acin ce tiró la china como un cuarto de hora por to lac meza, aló, aló. Yo le decía a mi muje: fijaté que ducao zon loc chino jecto que van diciendo hola por to lac meza. Cuando mi mujé que no había caio en la cuenta porque ectaba chaclando con mi cuña dice: ¡ahi! ece e elarró que hemoc pedio de tapa, traigalo paca por favo.
Y ahora voy a ser formal, cuando yo era pequeño, un hermano mio que había emigrado a Francia para trabajar, se escribía con mi madre, pues era la única forma de comunicarse ya que no había teléfono, quiero decir en mi casa. Yo que empezaba a ir al colegio, tendría unos nueve años y que ya sabía leer más o menos, era el que le leía a mi madre las cartas que mi hermano le escribía. Poco colegio que había tenido mi madre y otro tanto pasaba con mi hermano, que yo tenía que descifrar lo que allí ponía, que mas o menos era como lo que yo he escrito antes. Entonces mi madre me decía: hijo mio es que si no nos escribimos en andaluz no nos entendemos.

jueves, 16 de abril de 2009

CRISTO


Figura de crucificado, todo en barro tanto el cristo como la cruz de 33 cm. de alto por 22 de ancho. La decoración está hecha con engobe. Guarda bastante similitud con el Cachorro de Triana (Sevilla).

ENAMORADA DEL CAMALEÓN


Pieza de 37 por 23 cm. en barro de baja temperatura y esmaltada.
La mujer en su pasión por el camaleón se funde difuminándose con el animal, como lo hace el torero con el toro.

FLAMENCO CARTUJANO


Pieza de 43 cm. de alto por 30 de ancho, realizada en barro de baja temperatura y esmaltada.
Aquí se une el cante, la guitarra y la expresión del arte flamenco. El día 7 de marzo del 2009, se celebra en la cartuja de Cazalla de la Sierra en Sevilla la presentación de la obra de D. Francisco Espinosa Dueñas a la que asistí como invitado. De éste maravilloso encuentro he extraído en ésta pequeña pieza una parte de los eventos que allí se celebraron.
Mi agradecimiento a Doña María del Carmen Ladrón de Guevara.

sábado, 4 de abril de 2009

TENGO UNA AVERIA EN EL ORDENADOR

Enciendo el aparato y una vez que se ha despejado la pantalla del antivirus, ¡que ya hay que esperar un poquito!, al intentar meterme en Internet me salen unas líneas en las que se puede ver que no hay tal conexión, poca o nula.
Empiezo a teclear, que si desenchufa de la red, que si de la clavija del teléfono, que si del botoncito negro del router, que si esto pasa cuando se va la luz, (que por cierto se te puede ir tres o cuatro veces a la emana, y que no llueva porque entonces es casi de continuo); total que no hay manera de conectarse con Internet.
Pues manos a la obra, mi señora que está más capacitada que yo en esto del teléfono, decide llamar a telefónica, a avería, puesto que el router todavía se encuentra en garantía. Y ahora viene la encrucijada: primero ha habido que llamar con un novecientos dos que nos está costando el dinero, mi señora un poco nerviosa, creo que será por una nota que estoy viendo encima de la mesa, un correo electrónico, donde tiene que meterse para ver la semana santa de Sevilla, puesto que aquí en Chiclana por televisión no se puede ver, y a todo esto hoy es jueves y la semana que viene "semana santa".
Seguimos con la operador de telefónica que no siempre que se llama es la misma, pues habrá como unas docientas mil en toda España, y yo creo que hasta en el extranjero, porque salen ablando con acento peruano y hasta de Marruecos, así es que si a la anterior le contastes el problema, ahora que llamas de nuevo, prepárate para contarle otra vez la película. La señorita con muy buenas palabras, y eso sí, muy educada procede a decirte por teléfono los pasos que debes de dar para solucionar el problema, puesto que mandar un técnico con esto de la crisis y con tanto parado me parece cosa difícil. Así es, que teclee usted aquí, teclee usted allí, salen datos en la pantalla y unos cuadraditos que hay que rellenar con dígitos, como nueve o diez aproximadamente, ella te dice,tu repites y tecleas el número. Unos seis cuadraditos, ah, y otros tres más abajo. Después de hacer todo esto y otras muchas cosas más que no voy a entrar en detalle, le dice a mi señora que desenchufe de la red, que cambie la clavija de telefónica de puerto, que invierta los terminales, que apague, que vuelva a encender, y lo más curioso un agujerito que tiene el router por detrás, que yo ni siquiera me había dado cuenta, pués, había que meterle un alambrito y apretarle durante diez segundos aproximadamente. Hubo que agenciarse un clic, que por cierto como siempre y con los nervios pues no aparecía.
Realizadas todas estas operaciones y otras muchas más, aquello seguía sin funcionar, a todo esto más de media hora engrosando la factura del teléfono.
La señorita que no se da por vencida empieza ésta vez con los mismos pasos pero cambiando el orden, y otra vez a darle por el culo al router por el agujerito. Esta vez yo ya me había preparado un buen alambre en forma de barrena, porque me olía que aquello se iba a repetir más veces. Empecé metiéndole "gita" por el agujerito, diez segundos no, mucho más, hasta quedar con el alambre grabado en mis manos, pero
aquello seguía sin funcionar.
Se habían repetido los mismos pasos como tres o cuatro veces, total algo más de una hora hablando por teléfono, y mi señora con la oreja colora como un tomate de apretarse el auricular. Bueno pues mire, esto es del router que hay que cambiarlo, así es que llame usted a éste número de teléfono. Por fin desde tanta distancia, quien sabe se desde Perú, ésta educada señorita había dado con la avería, eso sí, el número otra vez el novecientos dos, que hay que pagar.
Otra vez mi señora muy ilusionada, conecta ésta vez con un joven muy educado que como no sabe de que va la película, pues hay que explicarle de nuevo el tinglado, y claro todo esto te lleva un tiempo. Cuando se da por enterado, comienza a dar instrucciones, que son las mismas que dio la operadora anterior, mi señora por más que quiere interrumpirle diciéndole que todo esto ya se ha hecho no consigue convencerle, y el joven repite, enchufa, desenchufa, el agujerito del router, etc, etc,
Yo ya era un manojo de nervios y mi señora me hacía señas con la mano que aguantara. Total para que vamos a dar más explicaciones, dos horas y media enganchado al teléfono, menos mal que la comida y estaba hecha y eran las dos de la tarde, cuando a éste apuesto joven se le ocurre que efectivamente es del router, menos mal, porque yo ya estaba pensando en darme de baja en telefónica, del ordenador y de toda ésta tecnología barata.
Conclusión, nos toma los datos de la dirección y que ya nos mandará por correo el dichoso aparatito, mucho me temo, que lo tendré que colocar yo, y una vez colocado habrá que llamar de nuevo a telefónica y otras dos horas para configurarlo y demás.
Mientras tanto, me han clavado una buena factura, se han ahorrado el técnico y se han cachondeado de nosotros, eso sí, le hemos dado las gracias por el servicio. Y ahora yo pregunto: ¿también a los demás le pasa lo mismo?, o es que nos han tomado por tontos.
No quiero ni imaginarme a una persona de edad avanzada que le pase esto, porque lo marearían de tal manera que terminaría aburrido e impotente sen poder luchar contra éstas injusticias.
Y claro después de todo esto tienes dos opciones; o coger un cabreo de espanto, que no es nada bueno para la salud, o tomártelo a cachondeo, que te sienta muy bien y te ríes y además lo escribo como anécdota descargando mi rabia en el papel.
Pero aquí no termina todo, serían las cuatro de la tarde, por supuesto yo durmiendo mi siesta y nos llaman al teléfono, otra vez telefónica: Le llamaba por lo de ésta mañana, para ver si había quedado satisfecha con el servicio, por favor puntúe del uno al diez según su parecer. Encima recochineo, pero claro hay que darle buena nota no sea cosa que en represalia no nos manden el router.

MEMORIA

En la experiencia de mi vida he observado estos dos modelos de personas: el primero es aquella que todo lo deja por medio, si ha estado trabajando con ciertas herramientas, probablemente se le quede alguna en ése sitio, si coge un objeto cuando termine de usarlo, lo dejará fuera de sitio o en una posición no muy correcta, si guarda un documento lo guardará en un cajón, pero cuando guarde otro de idénticas características lo hará encima del televisor y nunca tiene un orden para recoger y mantener su entorno.
El segundo modelo es lo contrario, cada herramienta que utiliza la vuelve a depositar en su correspondiente estiba, si hace uso de algún objeto, también lo colocará en su forma correcta e incluso en la misma posición, y no digamos de los documentos, guardará cada uno en su correspondiente archivo..
Y ahora viene mi observación, el primero de los dos casos tiene mucha más memoria que el segundo, porque cada vez que utiliza una cosa la deja en su sitio diferente, como consecuencia cuando tiene que volver a utilizarla tiene que usar de su memoria para dar con ella y saber donde la dejó la última vez. Mientras que el segundo habiendo utilizado un objeto o herramienta la dejará en su estiba correspondiente para cuando vaya a utilizarla de nuevo dar con ella fácilmente y no tener que recordar donde hubiera podido dejarla. Ésta persona terminará perdiendo memoria puesto que al ser tan metódico y teniéndolo todo tan bien archivado no hará mucho uso de ella. Yo diría que hay que dejar de vez en cuando un objeto fuera de lugar intencionadamente para luego emplear nuestra memoria en su búsqueda.
En las personas mayores hay una gran ausencia de memoria, sobre todo en los acontecimientos más frecuentes, sin embargo, sí se guarda bastante información de tiempos lejanos cuando se era joven. En éste mundo donde vamos de la mano con la nueva tecnología de los ordenadores nos cuesta bastante adaptarnos, y no es porque no sepamos aprender a manejarlos, sino porque al día siguiente se habrá olvidado lo aprendido hoy. Y otro tanto con los teléfonos móviles llegando a tal extremo que solo se utilizan para recibir llamadas con solo levantar la tapa o pulsar una tecla.
Yo conocí a una persona que tenía tan mala memoria, que apuntaba todo en una libretita, pero tenía otro problema añadido: que olvidaba donde guardaba la libreta, después de registrarse todos los bolsillos volvía por el camino andado, hasta llegar a su taquilla, donde probablemente olvidaría a que había venido.
Estoy comiendo y no recuedo si me he lavado las manos, me las miro y me las veo limpias. Como hace tan poco tiempo, voy a analizar que ha pasado. El lavabo está mojado y la pastilla de jabón también, por lo que deduzco que si me las he lavado. Empiezo a escudriñar en mi mente y veo que mi atención se ha posado en ésa carta que me ha llegado del ayuntamiento para pagar el impuesto de circulación, ¡cuidado que no se me vaya a olvidar! ¿Como he podido lavarme las manos mientras que pensaba en otra cosa?. Lo que sí es cierto que debido al impacto de éste recuerdo he olvidado lo que hacía, o sea, que se recuerda lo que va pensando la mente y no lo que se está haciendo. Yo mismo para que no se me olvidara la carta, he borrado lo de lavarme las manos, puesto que no tiene importancia ya que estaba terminando de hacerlo. Pero ahondando más en la cuestión, ahora si recuerdo que abrí el grifo y que cogí la pastilla de jabón, y a continuación cuando me lavaba me viene a la mente como una ráfaga de energía que inunda mi mente: la "carta". Es como el águila que al posarse en el árbol espanta a los demás pajarillos de sus ramas.
Solo me quedo en la mente lo importante y he desechado todo lo que no me interesa, lo rutinario, lo indeseado, etc. Es como el ordenador, lo que no te sirve lo tiras a la papelera, y aún así puedes recuperarlo. Por lo que comprendo que no hay tal pérdida de memoria, solo que con la madurez hemos aprendido a usarla de otra manera, clasificando aquello que nos es de más utilidad. Por ejemplo, ¿por qué olvidé que te llamas José y ahora te llamo quiyo?.Porque con el quiyo llamo a mucha gente sin tenerme que preocupar de cual es su nombre. Yo mismo, mi mente en su pereza ha elegido ésta forma que es más corta y no tengo que andar buscando el nombre de cada uno. La mente está cansada pero como es sabia ha elegido el camino más corto.